Desde la redacción
A raíz de la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia de COVID-19, el mundo se vio obligado a adaptarse para enfrentar los muchos desafíos que se presentaron frente a un inédito acontecimiento como ése. Ante dicho panorama, los distintos gobiernos del orbe adoptaron las medidas que consideraron necesarias para enfrentar otra crisis que ya se sumaba a la primera: la educativa. Imposibilitadas para asegurar la presencialidad de las clases, instituciones públicas y privadas recurrieron a distintas modalidades de educación a distancia.
En lo que concierne al penúltimo ciclo escolar (2020-2021), en el caso de América Latina y el Caribe, para febrero de 2021, “alrededor de 120 millones de niños en edad escolar habían perdido o corrían el riesgo de perder un año completo presencial del calendario escolar debido a las medidas para contener la pandemia”, según el Banco Mundial.¹
En México, de acuerdo con la Encuesta para la medición del impacto COVID-19 en la educación, llevada a cabo por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)², 2.3 millones de educandos de tres a 29 años no se inscribieron en el ciclo escolar 2020-2021 a causa de la pandemia. Los motivos principales fueron los siguientes: 1) que consideraran que las clases a distancia eran poco funcionales para el aprendizaje (26.6 por ciento); 2) que alguno de sus padres o tutores se quedara sin empleo o cerrara el lugar donde trabajaban (25.3 por ciento); que carecían de computadora u otro dispositivo de conexión a Internet (21.9 por ciento); y 4) que la escuela en donde cursaban sus estudios hubiera cerrado definitivamente (19.3 por ciento).
La pandemia afectó a 36.6 millones de educandos y más de 2.1 millones de docentes mexicanos, de acuerdo con México Evalúa y el Tecnológico de Monterrey.³ No obstante que aún no hay datos oficiales en lo que respecta al ciclo escolar que apenas concluyó (2021-2022), caracterizado por el regreso a las clases presenciales, aunque de forma intermitente, el Sistema Educativo Nacional registró una disminución de matrícula de 512 mil educandos (1.5 por ciento con respecto al ciclo anterior), según Grupo Expansión.₄ Asimismo, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), “los mexicanos perdieron, en promedio, aprendizajes equivalentes a dos años de escolaridad.”⁵ En otras palabras, pese al regreso a clases que se llevó a cabo a lo largo del último año escolar, persisten dos problemas con respecto a la educación en México: la deserción y el rezago educativo.
Dentro de tan sólo unas semanas, el país se apresta para iniciar un nuevo ciclo escolar (2022-2023) que, además de ser el segundo cuyas clases serán presenciales después de la interrupción por la pandemia, inaugurará el nuevo plan de estudios de la Secretaría de Educación Pública (SEP) como prueba piloto en algunas entidades federativas.
Definidos los retos, es menester destacar el papel de quienes estarán encargados de liderar el proceso para subsanar las brechas educativas y, sobre todo, garantizar que las niñas, niños y jóvenes cuenten con una educación de calidad: el personal docente. Maestras y maestros de México tienen frente a sí un desafío mayúsculo y, a la vez, una responsabilidad que cobra mayor vigencia que nunca. El desafío dimana por cuánto la moral de estudiantes y maestros se vio afectada: la deserción y rezago escolar de los primeros, así como los salarios estancados de los segundos y las dificultades emergentes frente a un nuevo contexto de normalización educativa, aunadas a la imperiosa necesidad de seguir capacitándose para hacer frente a los desafíos que no cesan de evolucionar. Frente a lo anterior, la responsabilidad docente es la misma que ha sido siempre: servir como puente entre sus alumnos y el amor por el saber. En suma: educar para contribuir a la superación personal y colectiva.
Así como es necesario enseñar a aprender, a enseñar también se aprende. Los para qués de ambos saberes pueden ser muchos pero, en ambos casos, resulta necesario que se encuentren motivados por un profundo deseo por el aprendizaje; esto es, ir más allá de la reproducción del conocimiento y de la adquisición estéril de la información, modalidades pedagógicas que, sirviéndonos de las palabras de Samuel Ramos, convierten a los educandos en “autómatas perfectos, pero sin voluntad, ni inteligencia, ni sentimiento; es decir, sin alma.”⁶
Sólo a través de la educación es posible llevar a cabo un desarrollo de la personalidad humana, así como nutrir todas sus capacidades para participar en el bienestar de la sociedad, en libertad de espíritu. Siempre que la educación cultive lo anterior, cumplirá con su razón más primigenia, en lugar de sólo ser un medio para preparar a las futuras generaciones para incursionar exitosamente en el mundo productivo.
Las y los educandos deben contar con líderes educativos, directores y maestros que hagan de la educación una vocación profesional; que, enamorados de su trabajo y misión, sean partícipes de una formación permanente para fomentar el aprendizaje de sus estudiantes. Son las maestras y maestros quienes tienen en sus manos el destino de la educación y, por lo tanto, de la nación. En el IIDEAC, cuentan con un aliado que comparte y se adhiere al compromiso: Por una mejor calidad de educación.
Referencias
¹ Saveedra, Jaime y Di Gropello, Emanuela. COVID-19 y la crisis educativa en América Latina y el Caribe: ¿cómo podemos evitar una tragedia? Worldbank.org. 17 de marzo de 2021. Disponible en: https://blogs.worldbank.org/es/education/covid-19-y-la-crisis-educativa-en-america-latina-y-el-caribe-como-podemos-evitar-una
² Disponible en: https://www.inegi.org.mx/investigacion/ecovided/2020/
³ Operación regreso a clases 2021: la experiencia estatal. México Evalúa y Tecnológico de Monterrey, 22 de marzo de 2022. Disponible en: https://www.mexicoevalua.org/mexicoevalua/wp-content/uploads/2022/03/edosmx-completo.pdf
₄ La SEP busca recuperar a medio millón de alumnos que dejaron la escuela, Expansión. 24 junio 2022 Disponible en: https://politica.expansion.mx/mexico/2022/06/24/plan-sep-recuperar-medio-millon-alumnos
⁵ El rezago educativo pone en riesgo a una generación de estudiantes, IMCO. Dos de junio de 2021. Disponible en: https://imco.org.mx/el-rezago-educativo-pone-en-riesgo-a-una-generacion-de-estudiantes/
⁶ Ramos, Samuel, El perfil del hombre y la cultura en México, Editorial Planeta Mexicana, quincuagésima sexta impresión, 2011, p. 89.
Deja tu comentario